Vivieron un partido de película
APRENDIENDO. Fútbol mundial, culturas diferentes, experiencia compartida. Para trabajarlo en clase.
(Julio Blanco)
LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA ESPARZA OBSERVARON EL JUEGO ANTE MÉXICO por pantalla gigante. Para la mayoría, fue su primera vez. La iniciativa fue de LT 14, que también aportó facturas para acompañar una chocolateada.
| Luis Gómez
Una jornada especial. Por un lado, asistir a la escuela del barrio un día sin clases; por otro, compartir con la comunidad escolar un partido de la selección argentina.
La vivieron ayer los alumnos de la escuela Nº 208 Juan Carlos Esparza, del barrio Mosconi y EL DIARIO lo registró.
Gracias a la iniciativa de LT 14, pudieron observar, en pantalla gigante, el encuentro del combinado albiceleste ante su homónimo mexicano.
Y la asistencia, de alrededor de unos 130 chicos, más unas cuantas mamás y hermanitos, tuvo su premio: facturas (llevadas por los representantes de la radio) y chocolate (preparado por las cocineras y ordenanzas).
Los gurises se reunieron en el patio cubierto de la institución educativa, ocuparon los bancos largos que utilizan en el comedor y la ansiedad empezó a apoderarse de ellos. Para la mayoría, verlo en pantalla gigante fue su primera experiencia, por lo que seguramente será un recuerdo que su memoria registró para el resto de su existencia.
Afuera hacía mucho frío, el sol pugnaba por ganarse un lugar en la tarde, pero poco podía influir. Además, las calles desoladas no mostraban una postal que invitara a recorrerlas.
Adentro todo era diferente. El marco semejaba al de un cine, por el tamaño de la pantalla, por el sonido y, sobre todo, por la expectativa con que los chicos esperaban la proyección.
ESTRENO. Las banderitas que cada escolar tenía se agitaron, el murmullo creció, sus pupilas se dilataron, muchas boquitas quedaron entreabiertas y sus cuerpitos se momificaron. Empezó el partido, empezó la función.
Para colmo, enseguida vinieron dos goles para Argentina. El semblante de los gurises era el de un payaso risueño; el de sus mamás y de las cocineras, todo nervio.
En la conquista de Gonzalo Higuaín cambió el cuadro: los chicos ya no fueron meros espectadores, sino fervorosos hinchas.
La alegría no decayó, ya que pocos minutos después –antes del entretiempo–, se empezó a servir el chocolate con facturas. Para muchos de esos bajitos, quizá fue el alimento más suculento del día, así que el momento fue de plena satisfacción.
La yapa fue un cuento de fútbol (de Osvaldo Soriano) que los alumnos tendrán desde hoy para aprender y compartir en su hogar.
SEGUNDA PARTE. El complemento mostró algunos cambios. Con sus pancitas llenas, algunos bajitos ya no estuvieron tan atentos al partido. Unos se fueron a un rincón a jugar a las bolitas (sí, todavía se juega); otros, a los penales con un bollito de papel (se le piantó un lagrimón al cronista), y varios a recorrer los asientos.
El tercer gol (golazo de Carlos Tevez) reacomodó la situación. Otra vez un solo grito eufórico, otra vez las banderitas agitadas, otra vez todos atentos a la pantalla.
La excepción la dio una mamá que, en los tantos anteriores, tapó las orejas de su bebé para no perturbar su sueño. Esta vez no contuvo el sentimiento: “Vamos Carlitos, vos sos bueno, sos de Boca”, dijo, desatando su ansiedad contenida.
El partido entregó, como un buen filme, su momento de suspenso con el descuento mexicano. Los escolares no demostraron, si embargo, nerviosismo. Para ellos, la experiencia no podía tener otro final que no sea feliz.
Así, tras el pitazo del árbitro italiano, salieron a festejar. En segundos abandonaron la escuela, no por haberla pasado mal. Todo lo contrario: fueron a contar a sus casas lo que habían vivido: una clase de deporte, en su segunda casa (la escuela), junto a sus compañeros y en un ambiente de cine.
Vivieron una película, y tuvo final feliz.
Un aporte pedagógico
Hilda Leguizamón (directora de la escuela Esparza): “Estoy muy agradecida a Hugo Grassi (presidente de Acludepa) y a las autoridades de LT 14 por habernos traído la pantalla gigante. También por las facturas. Con los chiquitos y sus padres compartimos un domingo distinto, afianzando un poco más nuestra identidad como nación. Estamos trabajando muy bien con este recurso didáctico que es el mundial y que, con material del Consejo de Educación, aplicamos en distintas asignaturas. No pensábamos tener una respuesta tan positiva de los chicos y de sus padres, que los acompañan en cada actividad. Estoy muy feliz”.
Juan Carlos Betanín (director de LT 14): “Tengo una alegría que no soñaba, así que es una jornada ideal. Por lo que significa el apellido que nombra a esta escuela y porque los pibes son de una barriada muy humilde, que se merecen igual que cualquiera tener esta posibilidad de ver el partido en una pantalla a la que no están acostumbrados. Nuestra idea es acompañar a la comunidad en sus distintos estamentos con actitudes sencillas, cotidianas, que permiten estar más cerca de la gente. No somos más que la misma gente: sufrimos de la misma manera, nos enfervorizamos con Argentina y estamos con una ilusión grandota por este momento que vive el país”.
FUENTE: http://www.eldiario.com.ar/textocomp.asp?id=196231# (MATERIAL DE "EL DIARIO")
